Roberto Rivera
Pérez
“Tenemos
la mala costumbre de pedirle al método una receta. Ahora bien, solo las
pequeñas metodologías dan recetas. Un método es un viático para pensar solo,
para correr los riesgos inevitables de todo pensamiento” (Morin, 1984).
Edgar Nahoum (08 de julio
1921), mejor conocido como Edgar Morin, se ha caracterizado por ser un libre
pensador, filósofo, antropólogo, sociólogo y luchador político. Heredero y
protagonista de participaciones y demás acciones como ex miembro del que era el
partido socialista francés, miembro de la resistencia francesa durante la
ocupación nazi en contextos de la Segunda Guerra Mundial y editor de periódicos
de resistencia en el mismo periodo, así como merecedor de varios doctorados honoris causa en el ámbito
internacional.
No obstante, es más reconocido
por ser el precursor principal del paradigma del Pensamiento complejo, apuesta
teórico-metodológica que se postula como una de las propuestas que integran las
teorías de la complejidad. Entre las cuales, también se encuentran la teoría
general de sistemas (TGS), la termodinámica de no equilibrio, la termodinámica para
la supervivencia de los procesos sociales, las epistemologías no-clásicas, la
teoría del caos, la cibernética, entre otras apuestas que van surgiendo como
resultado de los disimiles procesos de las revoluciones científicas (LRC) y
tecnocientíficas.
Edgar Morin, tras reconocer
parte de las limitaciones del paradigma simplificador, del reduccionismo y el
determinismo, obtiene de estas posturas sus mejores atributos, a fin de sugerir
y apostar sobre la introducción del sujeto en la investigación, el
reconocimiento de la capacidad de agencia del mismo y la falacia de la
objetividad en la indagación. En ese sentido –y un poco siguiendo el camino
previamente trazado por René Descartes, a saber que el Discurso del método era una obra de reflexión personal de ese autor-,
Morin se atreve a redactar la magna obra de los seis tomos de El Método. Los cuales, hacen una suerte
de genealogía del pensamiento humano, partiendo desde la naturaleza, a fin de
atravesar trasversalmente a la humanidad, es decir, su propia humanidad (la de
Morin), hasta llegar al campo de la ética, y con ella, al reconocimiento sobre el
compromiso y la responsabilidad que tiene todo investigador con los aportes
científicos que ha provocado o generado, y que muchas veces cierra los ojos
frente a esos detalles y aplicaciones. Puesto que la historia de la ciencia de
la humanidad, no permite ser ajenos, entre otros, a los comentarios de Robert
Oppeheimer, y su reclamo por no tener la bomba atómica antes, a fin de haberla
usado no solo contra Japón, sino también sobre la población de la Alemania del
Tercer Reich.
Evidentemente, Edgar Morin nunca ha negado los beneficios y avances, así
como los errores y los retrocesos provenientes del paradigma simplificador. Antes
al contrario, ha enriquecido su propia propuesta (la del Pensamiento complejo),
partiendo desde los mismos “bordes disciplinares”, beneficiándola de manera
teórica y metodológica, a fin de ya no
hablar de bordes, sino de fronteras temáticas y paradigmáticas disciplinares,
que a su vez, son el resultado no-lineal de la interacción de diferentes
momentos de las revoluciones científicas, invenciones tecnológicas y la
manifestación de agentes no-clásicos (como son: la bomba atómica, la bomba de
Hidrogeno, las investigaciones sobre la nanotecnología y el micromundo, la
genética y la Internet) que fueron descubiertos en contextos del paradigma
simplificador, y cuyos efectos y consecuencias, aún seguimos observando e
indagando.
Sobre la base de lo anterior, el
Pensamiento complejo invita y sugiere el reivindicar y transformar la
babelización del conocimiento (propuesta que oportunamente rescata de la obra
del Albert Einstein), el reconocimiento sobre la hiperespecialización, la
ceguera de conocimiento entre los investigadores y el hiperindividualismo. A
fin de poder cambiarle en conjunto, por el establecimiento de un lenguaje
científico común, con la posibilidad de
su acceso y apropiación en todos los ámbitos educativos e investigativos
mediante el uso de la metodología transdisciplinaria y la solidaridad entre los
investigadores. De ahí, la importancia y la necesidad de una antropolítica
glo-cal, así como la necesaria metamorfosis que deberá sufrir no solo la
educación disciplinar, sino también la mentalidad de los estudios de los
fenómenos de múltiples realidades y dimensiones, con la intención de consolidar
la aún esperada democratización del conocimiento (una democracia cognoscitiva)
y atender las demandas de la policrisis de la humanidad, como son: el divorcio
innecesario entre las dos culturas, el no reconocimiento de los bordes de las
ciencias disciplinares, la ciencia como herencia de la humanidad, y no como el
medio para el control y dominio sobre recursos escasos y no renovables, entre
los que también se ubica el capital humano.
Evidentemente, el reto no es
tener la intención, sino el cómo hacerlo y aplicarlo, considerando que no se
tiene certezas en todos aquellos procesos en los que interviene la agencia de
los sujetos, sus deseos, ideologías e intereses, así como la no-linealidad del
desarrollo de los acontecimientos. No obstante, la apuesta es grande y el
premio aún más, es decir: Reconocernos como sujetos supeditados a una
antropolítica universal y multidimensional, que a su vez, se muestra de acuerdo
en su relación de dependencia con la naturaleza al interior de la
Tierra-Patria.
¡Gracias Edgar Morin por abrir
una de las sendas que se deben seguir, para reivindicar a la humanidad consigo
misma y con la naturaleza!
¡Gracias por ser otro más que buscó incrementar la
herencia de la humanidad: la ciencia dignificadora!
¡Muchas felicidades por un
siglo de reflexiones, aprendizajes y conocimientos compartidos!
Referencias
Casas
Álvarez, J. G. y Rivera Pérez, R. (2018). Orientación preliminar y básica para
investigar desde el pensamiento complejo. En C. J., Delgado Díaz. Investigar desde el Pensamiento complejo.
Ciudad de México, México: Multiversidad Mundo Real Edgar Morin.
Morin,
E. (2007). Introducción a una política
del hombre. Argentina: Gedisa
Morin,
E. (1984). Ciencia con consciencia.
España: Anthropos.
Morin,
E. y Kern, A-B. (2005). Tierra-patria.
España: Kairós.
Hessel,
S. y Morin, E. (2012). El camino de la
esperanza. Una llamada a la movilización cívica. Argentina: Destino-Paidós.
Rivera
Pérez, R. (2019). La complejidad: Límites y desafíos en la investigación
contemporánea. En R., Rivera Pérez, R. y J. A., Andrade Salazar, Coord. Reflexiones
sobre investigación integrativa. Una perspectiva inter y transdisciplinar.
Colombia: CLACSO-MMREM-KAVILIEANDO.
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